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Pasado industrial, presente moderno, futuro conservacionista.
Las viejas instalaciones de la curtiembre restauradas respetuosamente dan paso hoy a 3.000 m² construidos dispuestos para el disfrute de nuestros visitantes. Dentro del área principal encontramos un sofisticado ambiente en el que conviven lobby, bar, restaurante, piscina cubierta y una destacada cava de vinos.
Momora tiene una piscina cubierta climatizada dentro de la antigua planta industrial, amalgamada con los gigantescos fulones de madera que vierten agua a modo de cascada. También cuenta con una amplia piscina descubierta climatizada con desborde infinito, que originalmente era el reservorio de agua de la curtiembre rodeada de piedras de la zona y vegetación exuberante. Esto invita a una experiencia que perdura en el sentimiento vivo de nuestros visitantes.